Matthew, quien entró en una fuerte depresión al descubrir la identidad de su progenitor, se puso en contacto con Manson por medio de cartas que envió a la prisión de California.
Roberts, quien fue dado en adopción cuando era un bebé, dijo que fue una pesadilla el descubrir que era el hijo de “un monstruo como Charles Manson”.
“Al principio no quería creerlo. Estaba asustado y enojado. Es como enterarse de que Adolf Hitler es tu padre”.
Pasó su infancia en Rockford, Illinois, y no sabía que era adoptado hasta que su hermana se lo contó a los diez años de edad.
Roberts dice que amaba a sus padres adoptivos pero siempre supo que él era diferente: “Mis padres adoptivos eran grandes personas, pero muy conservadoras”, relató.
Actualmente reside en Los Ángeles, y cuenta que comenzó a investigar su historia familiar hace 12 años cuando se puso en contacto con una agencia de servicios sociales, quienes encontraron a su madre biológica, llamada Terry, en Wisconsin.
La mujer le contó que su verdadero nombre, o como ella lo había llamado, era Lawrence Alexander.
La mujer fue quien le contó la verdad, relató que durante los años sesenta conoció a Manson y que había sido violada por él, luego de haberla drogado, y que dudaba que si el hijo que tuvo el 22 de Marzo de 1968, que dio en adopción, era efectivamente del asesino.
Fue cuando Matthew le envió una foto que se despejaron todas sus dudas, el parecido era indiscutible.
El hombre cuenta que, a diferencia de su padre y a pesar de su aspecto rudo, odia la violencia: “Mi ídolo es Ghandi, no puedo matar ni un mosquito”
“No quiero amar a mi padre, pero tampoco quiero odiarlo” finalizo Roberts.
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